Es más que evidente que el cambio climático ya está teniendo impacto en los derechos humanos, y que ese impacto no va sino a intensificarse en los próximos años.
Millones de personas sufren ya los efectos
catastróficos de desastres naturales extremos exacerbados por el cambio
climático: desde las prolongadas sequías en el África subsahariana hasta las
devastadoras tormentas tropicales que arrasan todo el sudeste asiático, el
Caribe y el Pacífico. En 2018 hubo devastadores incendios y olas de calor
durante los meses de verano en el hemisferio norte, desde el Círculo Ártico
hasta Grecia, pasando por Japón, Pakistán y Estados Unidos, que mataron a
centenares de personas.
¿Qué
es el cambio climático?
El clima del planeta ha experimentado cambios
constantes a lo largo del tiempo geológico, entre ellos fluctuaciones
significativas de las temperaturas medias globales.
El calentamiento actual se está produciendo, sin
embargo, más rápido que cualquier fenómeno pasado. Ha quedado claro que la
mayor parte del calentamiento registrado durante el siglo pasado la hemos
causado los seres humanos al emitir gases que retienen el calor comúnmente
denominados gases de efecto invernadero, se encuentran en su nivel más alto de
los últimos 800.000 años. Este rápido aumento es un problema porque está
cambiando nuestro clima a una velocidad demasiado alta para que los seres vivos
podamos adaptarnos a ella.
El cambio climático no sólo conlleva un aumento de las
temperaturas, sino también fenómenos meteorológicos extremos, la elevación del
nivel del mar y cambios en las poblaciones y los hábitats de flora y fauna
silvestres, entre otros efectos.
¿Qué causa el cambio climático?
Los seres humanos queremos: un lugar seguro en el que
vivir en este planeta al que llamamos hogar. Por tanto, nuestro trabajo debe
continuar siendo imparcial y objetivo, cada vez con más frecuencia alzamos
nuestra voz en apoyo al mensaje claro de que el cambio climático es real, los
seres humanos somos los responsables, su impacto es grave y debemos actuar
ahora.
El calentamiento global está mayoritariamente causado
por el ser humano: el 97% de los científicos especialistas en el clima han
llegado a esta conclusión.
Uno de los mayores factores determinantes, con mucha
diferencia, es la quema de combustibles fósiles, que ha aumentado la
concentración de gases de efecto invernadero en nuestra atmósfera. Esto, sumado
a otras actividades como la tala con fines agrícolas, está provocando un
aumento de la temperatura media de nuestro planeta. De hecho, la comunidad
científica está tan segura de que los gases de efecto invernadero provocan el
calentamiento global como de que fumar provoca cáncer de pulmón.
Las advertencias sobre el calentamiento global
saltaron a la prensa a finales de la década de 1980.
En 1992, 165 naciones firmaron un tratado
internacional, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático. Desde entonces celebran reuniones anuales con el propósito de
establecer los objetivos y los métodos para reducir el cambio climático y para
adaptarse a sus efectos ya visibles. En la actualidad, la Convención tiene 197 Estados.
¿Qué
efectos tiene el cambio climático?
En Wilmington las olas de calor son especialmente
perjudiciales porque sus habitantes, en su mayoría de ingresos bajos, no pueden
permitirse el aire acondicionado. Y como aún viven cerca de las refinerías y
los pozos petrolíferos deben tener las ventanas cerradas.
Los efectos del cambio climático ya se están notando,
y empeorarán. El calentamiento global ya ha alcanzado aproximadamente 1 °C con
respecto a los niveles preindustriales. Cada medio grado (o incluso menos) de
calentamiento global cuenta.
Es importante recordar que ninguna de las listas de
efectos del cambio climático es exhaustiva. Es muy probable que las olas de
calor se produzcan con mayor frecuencia y duren más tiempo y que las
precipitaciones se hagan más intensas y frecuentes en muchas regiones. Los
océanos seguirán calentándose y acidificándose, y el nivel medio global del mar
continuará elevándose. Todo esto tendrá —y ya está empezando a tener— un
impacto devastador en la vida humana.
La necesidad urgente de abordar el cambio climático se
ha hecho aún más patente con la publicación de un importante informe en octubre
de 2018 a cargo del principal organismo internacional para la evaluación del
cambio climático, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático. En él, el IPCC advierte de que, si queremos evitar las consecuencias
catastróficas del calentamiento global no debemos alcanzar el aumento de la
temperatura de 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales, o al menos no
superarlo. El informe presenta las considerables diferencias existentes entre
las situaciones hipotéticas de que se produzcan aumentos de 1,5 °C o de 2 °C.
¿A
quiénes afecta más el cambio climático?
A menos que los gobiernos tomen medidas, el cambio
climático continuará dañándonos a todos. No obstante, es probable que sus
efectos sean mucho más pronunciados en grupos concretos y en las personas
vulnerables, desfavorecidas o discriminadas.
El cambio climático está agravando las desigualdades:
Entre las naciones desarrolladas y en desarrollo:
Los Estados insulares pequeños y los países menos
desarrollados situados a escasa altitud ya se encuentran entre los más
afectados. La población de las Islas Marshall sufre inundaciones y tormentas
devastadoras que destruyen sus viviendas y sus medios de vida. La ola de calor
de 2018 en el hemisferio norte acaparó titulares en toda Europea y
Norteamérica, pero algunos de sus efectos se produjeron en lugares como
Pakistán, donde más de 60 personas- expuestos al calor intenso- murieron al
ascender la temperatura por encima de 44 °C.
Entre distintas etnias y clases:
Los efectos del cambio climático tienen una magnitud
distinta en función de la clase y la etnia. En Norteamérica, son mayormente las
comunidades pobres de color las que están obligadas a respirar aire tóxico,
puesto que la probabilidad de que sus barrios estén situados junto a centrales
eléctricas y refinerías es mayor. La incidencia de las enfermedades
respiratorias y los cánceres es notablemente más alta en ellas, y la población
afroamericana tiene el triple de probabilidades de morir de contaminación
atmosférica.
Entre géneros:
Las mujeres y las niñas se ven desproporcionadamente
afectadas por el cambio climático, lo que refleja el hecho de que en muchos
países tienen más probabilidades de sufrir marginación y pobreza. Esto
significa que son más vulnerables al impacto de los fenómenos meteorológicos,
puesto que son menos capaces de protegerse frente a ellos y, en caso de verse
afectadas, les será más difícil recuperarse.
Entre generaciones:
Las generaciones futuras experimentarán un
agravamiento de los efectos a menos que los gobiernos actúen ahora. No
obstante, los niños, niñas y jóvenes ya están sufriendo debido a su
metabolismo, fisiología y necesidades de desarrollo específicos. Es probable que
el desplazamiento forzado que experimentan las comunidades y que repercute en
toda una serie de derechos tenga efectos particularmente dañinos en los niños y
niñas.
Entre comunidades:
Los pueblos indígenas están entre las comunidades más
afectadas por el cambio climático. Muchos de ellos viven en tierras marginales
y ecosistemas frágiles particularmente sensibles a las alteraciones del entorno
físico, de las que dependen sus medios de vida y su identidad cultural.
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